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Noche de alacranes - GÓMEZ CERDÁ, ALFREDO

 

 

 

Es el libro que más me ha gustado este curso. Me parece muy bueno, disfruté mucho leyéndolo. Me hacía sentir que era una historia real, me encariñé con los personajes, sobre todo la protagonista y el maestro.  

 

 

Es una historia de amor que permanece a lo largo de sesenta años.  

 

La protagonista tiene que huir a Francia por haber luchado con la guerrilla en la posguerra civil.

 

 

Me pareció genial la idea de ir contando sus recuerdos a través de cosas guardadas y lo que ellas evocaban.

 

 

Su lectura me hacía fluir con la historia, como sólo ocurre con la verdadera literatura.

 

 

El libro sitúa la acción en León, aunque no lo nombra. Lo descubrimos porque habla de San Isidoro, San Marcelo, las riberas del Bernesga, el puente de piedra de San Marcos.

 

 

Y también emplea vocabulario de la zona, como: zagales, cecina... A menudo tengo barruntos.

 

 

Significado de vocabulario que no conocía.

 

Lanchas:piedra lisa, grande, plana... tejados de lanchas de pizarra.

Garduña: la garduña se deslizaba entre la hojarasca ( pág 54 ), mamífero carnívoro, 50cm. En Navarra: fuina.

Vidrio azogado: espejo. Guardó aquel trozo de vidrio azogado en el hueco de un árbol. (Cubrir con azogue cristales).

Trasgo: duende. Se movía a sus anchas, como un trasgo que hubiera nacido en aquellos robledales.

Atropar: Juntar, reunir la mies en gavillas. Atropar un poco de hierba.

Trocha: camino, atajo. Partía del camino alguna trocha que zigzagueaba...

Urces: brezo. Entre el matorral de urces y escobas.

 

 

Empleo incorrecto de los pronombres:

El autor comete muchos fallos, laísmo, loísmo, lo cual me parece imperdonable, por la editorial que no se los corrigió, y porque alguien que escribe tan bien, debería saberlo. Éstos son:

La preguntarían una y otra vez por su hija. (pág, 117).

Los tienen miedo.

Un nuevo pensamiento la hubiera asaltado. (pág. 171).

La sonrió.(176).

La estaba tomando el pelo. (187).

La arañaban las piernas. (198).

Sentía miedo por lo que los guardias pudieran hacerla. (206).

El agotamiento la hacía sentir... (229).

La sonrió con dulzura. (235).

La atribuyesen hechos. (234).

A punto estuvo de hacerla perder el conocimiento. (pág. 113).

 

 

Ideas interesantes:

Cuando observaba a los jóvenes se preguntaba si el  amor que ellos estaban descubriendo era igual al que ella creyó haber descubierto un día. Lo mismo le ocurría con la amistad. Siempre le había desconcertado una pregunta: ¿por qué pensamos una cosa y hacemos otra?

Eres tú mucho más valiente, porque no temes decir lo que piensas ni hacer lo que sientes.

Desde que acabó la guerra en este país no hay justicia.

Su vida en el pueblo, sin otro aliciente que el trabajo de sol a sol, sin distinción de días, ni meses, ni estaciones.

Un lugar sorprendente y desconocido donde no existían el rencor ni el odio, donde las personas se sonreían al verse y hablaban en voz alta, sin miedo.

El nuevo día sería una auténtica fiesta, sobre todo porque iban a estar juntos.

El valle era bello, aunque nunca lo hubiera pensado. Para ella el valle era sencillamente el valle.

Trataba de imaginarse ese mar enfadado.

Lloraba de rabia, lloraba por haber sentido miedo, por haberle faltado el valor necesario. Se avergonzaba de su actitud... como castigo, quería, incluso,  dejarse morir de hambre, de frío y de pena.

No les interesa que la gente sepa que aún quedan en este país personas que luchan contra la tiranía y por la libertad, personas organizadas y con unos ideales.

Leer y escribir: Para que sepas distinguir la verdad de la mentira. Sólo así podrás luchar por ser libre, y sólo así podrás intentar ser medianamente feliz en esta vida.

Noche de alacranes: cuando no quiero dormirme me imagino  que están junto a mis pies, entre las piedras que piso; sólo de pensarlo se me quita el sueño.

 

 

Y me ha gustado mucho la poesía de Alberti, y lo bien que encaja con la historia:

 

Carcelera, toma la llave,

Que salga el preso a la calle.

que vean sus ojos los campos

y, tras los campos, los mares,

el sol, la luna, y el aire.

Que vean a su dulce amiga,

delgada y descolorida,

sin voz, de tanto llamarle.

Que salga el preso a la calle.

 

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