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 El guardián invisible - REDONDO, DOLORES

 

(Ancora Y Delfin)

 

«Ainhoa Elizasu fue la segunda víctima del basajaun, aunque entonces la prensa todavía no lo llamaba así. Fue un poco más tarde cuando trascendió que alrededor de los cadáveres aparecían pelos de animal, restos de piel y rastros dudosamente humanos, unidos a una especie de fúnebre ceremonia de purificación. Una fuerza maligna, telúrica y ancestral parecía haber marcado los cuerpos de aquellas casi niñas con la ropa rasgada, el vello púbico rasurado y las manos dispuestas en actitud virginal.»

 

En los márgenes del río Baztán, en el valle de Navarra, aparece el cuerpo desnudo de una adolescente en unas circunstancias que lo ponen en relación con un asesinato ocurrido en los alrededores un mes atrás. La inspectora de la sección de homicidios de la Policía Foral, Amaia Salazar, será la encargada de dirigir una investigación que la llevará devuelta a Elizondo, una pequeña población de donde es originaria y de la que ha tratado de huir toda su vida. Enfrentada con las cada vez más complicadas derivaciones del caso y con sus propios fantasmas familiares, la investigación de Amaia es una carrera contrarreloj para dar con un asesino que puede mostrar el rostro más aterrador de una realidad brutal al tiempo que convocar a los seres más inquietantes de las leyendas del Norte.

 

Biografía de la autora

Dolores Redondo (Donostia-San Sebastián, 1969) estudió Derecho y Restauración gastronómica, y durante algunos años se dedicó a distintos negocios. Comenzó escribiendo relatos cortos y cuentos infantiles, y la novela Los privilegios del ángel. Vive en la ribera navarra, donde ya está escribiendo su próxima obra con la inspectora Amaia Salazar como protagonista y que es la segunda entrega de su trilogía del Baztán. El guardián invisible es ya un fenómeno editorial con su próxima publicación en diez lenguas y la venta de los derechos cinematográficos al mismo productor que apostó por la trilogía Millennium, de Stieg Larsson.

 

 

El recorrido que realiza Redondo por los lugares de valle es una invitación a conocerlo; por su belleza, por sus casas señoriales, por ese chocolate lleno de avellanas que venden en la pastelería de Elizondo y por el Parque Natural del Señorío de Bertiz, un lugar que en 1898  fue comprado por Pedro Ciga y su esposa Dorotea Fernandez. Ciga, mandó reconstruir diversos elementos arquitectónicos y ornamentales entre los que destaca el jardín, con fuentes, estanques, pérgolas y cenadores con claras influencias románticas y modernistas. El propietario de la finca se la legó al Gobierno de Navarra con la exigencia de conservarlo sin variar sus características.

 

El libro de Redondo ha sido vendido a 18 editoriales y la autora de El guardián invisible se convirtió en autora de Destino en la Feria del Libro de Fráncfort de 2011.

 

La autora, señala la editorial, “pidió a su agente cerrar con Destino, ya que la idea de estar publicada en ese catálogo, junto a Stieg Larsson le hacía mucha ilusión”. Y tal vez la intuición de Dolores Redondo de no entrar en subasta con otras editoriales, puede ser que guiada por las brujas de Zugarramundi, le trajo suerte. En mayo de 2012, el productor alemán Peter Nadermann, conocido por sus exitosas adaptaciones de ‘thrillers escandinavos –participó en la producción de la trilogía Millemmium, de Stieg Larsson-, se reunió en Cannes con la agente de Dolores Redondo, Anna Soler-Pont, y compró los derechos de la trilogía completa, aunque solo estaba escrito el primer libro. La intención del productor es rodar en inglés pero en Elizondo y el valle del Baztán. Actualmente Nadermann está en conversaciones con un posible guionista y director de la película.

 

Dolores Redondo está escribiendo el segundo volumen de la trilogía, Legado en los huesos. La intención de la escritora es terminarla a finales de mayo y que la novela se publique a finales de 2013.

 

Mi opinión coincide con varias recogidas en Internet:

 

Por: Aurora Intxausti | 24 de abril de 2013 Es también mi opinión.

Es novela negra: el forense es copia-pega del Gisbert Calabui, las lecciones de lo que es un asesino en serie sobran. La problemática familiar destila azúcar. Los asesinatos parecen absolutamente limpios de cualquier realidad para convertirse en pasteurizados y así no molestar. El ritmo es bueno, pero el final no pega ni con cola con el contenido de la novela, lo cual es muy llamativo. Muy bien descrito el bosque, pero… ¿puede haber más cliché que un bosque en una novela negra? Por no hablar del final “no le vino la regla”. ¿Eso significa embarazo o menopausia? Lo siento, pero a pesar de sus bondades…  novela negra un 3

No la considero una novela negra, de intriga sí, pero ahí se queda. Lo que más me atrajo fueron sus descripciones de los alrededores de Elizondo, lugar estupendo donde pasar unas vacaciones, pero la novela, en sí, me pareció cartón/piedra, muy artificial y rosa.

 

 

 

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