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EL TÍO GORIOT - BALZAC, HONORÉ DE

 

 

Honoré de Balzac (Tours, 20 de mayo de 1799 - París, 18 de agosto de 1850) fue un novelista francés representante de la llamada novela realista del siglo XIX.

 

 

En su infancia se vio privado de su madre, primero se crió con una nodriza y más tarde en Internados. Estudia Derecho. A los 19 años toma su irrevocable decisión de ser escritor. Trabaja incansablemente dieciséis y hasta veinte horas diarias, consumiendo enormes cantidades de café. Económicamente pasa por enriquecimientos y deudas consecutivas, mudándose muchas veces de casa. Tiene diferentes amantes y al final de su vida se casa con la condesa rusa Hanska. Con una de sus amantes, Mª Luisa Daminois tiene una hija.

 

 

En todo su esplendor es elegido presidente de la “Societé des gens de lettres”, pero no consigue entrar en la Academia Francesa, a pesar de que Victor Hugo y otros escritores lo proponen repetidamente.

 

Trabajador infatigable, elaboró una obra monumental, La Comedia humana; ciclo coherente de varias decenas de novelas cuyo objetivo es describir de modo casi exhaustivo, a la sociedad francesa de su tiempo; según su famosa frase, hacerle "la competencia al registro civil".

 

 

En el cementerio del Père Lachaise, ante su tumba abierta, Victor Hugo pronunció, en sus funerales, un magnífico elogio fúnebre. Balzac difunto recibió el mayor homenaje que jamás haya recibido académico alguno.

 

 

 

EL TÍO GORIOT

 

Cuando Balzac escribe esta obra está lleno de vitalidad, aún no está enfermo y empieza a ser conocido literariamente. Es su mejor etapa de dandi. Su vida sentimental está en pleno apogeo. Además el 4 de junio de 1834 nace su hja Mª Carolina.

 

 

Lo que le interesa a Balzac es el desprendimiento. Es la pintura de un sentimiento tan grande que nada puede agotar, ni los roces, ni las heridas, ni los desaires, ni la injusticia. A partir de esta pasión, lo que Balzac ha querido hacer es describir la condición humana en sí misma. El tío Goriot es una obra bellísima, tal vez la  mejor de todo Balzac, pero monstruosamente triste. Y no solo por la muerte de Goriot. Es una obra donde todos, salvo Victorina, salen derrotados. El único triunfador es París.

La historia de Goriot no habría podido ser así  en ninguna otra ciudad, en ninguna otra parte de Francia ni del mundo. París es una clase social en sí mismo. El amor, el odio, la vida y la muerte son diferentes en París.

 

 

Hay en esta obra, por lo menos, cinco intrigas entrelazadas, mezcladas unas con otras.

 

 

Aparte de París, lugar donde se producen y se encuentran todas las intrigas, Rastignac es el centro de la novela. La intención de la novela es narrarnos la iniciación de Rastignac en la profunda corrupción de París, sus luchas contra sí mismo y finalmente su adaptación moral (adecuación al medio).

 

 

Los barrios, las clases sociales, son construidos como algo cerrado, es muy difícil cambiar de barrio, acceder a una clase social diferente es tan difícil como una mutación en una especie animal. No obstante hay personajes que pueden servir de unión entre las diferentes clases, barrios, intrigas.

 

 

El Barrio Latino donde está la pensión Vauquer, el de los estudiantes, el de los pobres.

 

 

La Chaussée d´Antin, que representa el dinero, la riqueza.

 

 

El Faubourg Saint-Germain, donde vive la vieja aristocracia, los que son nobles desde siempre, o por lo menos son nobles y ricos.

 

 

Pensar que pueda haber una relación entre los tres, es poco menos que demencial. Sin embargo hay personajes que están en los tres: voluntariamente como Rastignac, accidentalmente como Goriot, por medio de sus hijas y rechazando los tres como Vautrin, que no pertenece a ninguno y se mueve con libertad, subterráneamente, en secreto, como causa que produce efectos en los tres.

 

 

Esta es la teoría que Vautrin explica a Rastignac:

 

"Una fortuna rápida es el problema que se plantean resolver en este momento cincuenta mil jóvenes que se encuentran en su misma situación. No es usted más que uno de tantos. Juzgue los esfuerzos que tendrá que hacer y el encarnizamiento del combate. Tendrán que devorarse unos a otros como arañas en un bote, puesto que no existen cincuenta mil plazas buenas. ¿Sabe usted cómo se abre uno camino aquí? Por el brillo del ingenio o por la habilidad de la corrupción. Habrá que entrar en esa masa de hombres como una bala de cañón o deslizarse en ella como una peste. La honestidad no vale para nada. Si uno se repliega ante el poder del ingenio, se le adora de rodillas cuando no se le ha podido enterrar en el barro. La corrupción abunda, el talento es raro. Le desafío a dar dos pasos por París, sin encontrarse maquinaciones infernales. De modo que el hombre honesto es el enemigo común.

 

Esto es la vida tal cual. Ahí está toda la moral de nuestra época. Siempre ha sido así. Los moralistas no lo cambiarán jamás. El hombre es imperfecto. Es, unas veces más y otras menos, hipócrita, y los ingenuos dicen entonces que no tiene moral. No acuso a los ricos a favor del pueblo: El hombre es el mismo arriba, abajo, en el medio. Si usted es un hombre superior, vaya en línea recta con la cabeza alta. Pero tendrá que luchar contra la envidia, la calumnia, la mediocridad, contra todo el mundo.

 

Nosotros tenemos ambición, queremos la fortuna y no tenemos un céntimo. La mujer prefiere, entre todos los hombres, a aquel cuya fuerza es enorme, aunque estuviera en peligro de ser destrozada por él. ¿Cómo lo hacemos? Nos hacemos abogado para llegar a ser presidente de tribunal, enviar pobres diablos, que valen más que nosotros, a trabajos forzados, para demostrar a los ricos que pueden dormir tranquilos. Eso no tiene ninguna gracia y además resulta muy largo. Primero dos años de privaciones en París, mirando, sin tocarlas, esas golosinas que nos encantan. Es agotador estar deseando siempre, sin poder jamás verse satisfecho.

 

Tendrá que empezar por ser el sustituto de algún desgraciado, en algún agujero de la ciudad, donde, el gobierno le largará mil francos de sueldo. Ládreles a los ladrones, defienda a los ricos, mande a la guillotina a personas valerosas. ¡Muy agradecido! Si no tiene protectores, se pudrirá en su tribunal de provincia. Hacia los treinta años será juez por mil doscientos francos al año, si para entonces no ha mandado a paseo la toga.

 

Cuando haya alcanzado la cuarentena, se casará con la hija de algún molinero, que tenga unas seis mil libras de renta. ¡No, gracias! Pero tenga padrinos, será usted procurador del rey a los treinta años, con mil escudos de sueldo, y se casará con la hija del alcalde.

 

Si hace alguna bajeza política, será a los cuarenta años procurador general y podrá salir diputado. Dese cuenta, querido hijo, que le habremos ido dando pequeños rasgones a nuestra pequeña conciencia, que habremos tenido veinte años de molestias, de miserias secretas, y que nuestras hermanas estarán vistiendo santos. Tengo el honor de hacerle observar además, que no hay más que veinte procuradores generales en Francia y que sois veinte mil aspirantes al puesto, entre los que se hallan farsantes, que venderían a su familia  por subir una sola muesca.

Por otra parte, ¿dónde conseguir dinero? Tenemos un recurso en la dote de una mujer. Será tan desgraciado como las piedras de una alcantarilla con una mujer con la que se haya casado de semejante manera. Vale más guerrear con los hombres que luchar con su mujer. Esta es la encrucijada de la vida, joven. ¡Escoja!"

 

 

Bianchon, por el contrario, amigo de Rastignac:

 

"Yo soy feliz con la pequeña existencia que me crearé en provincias donde sucederé simplemente a mi padre. Los afectos del hombre se satisfacen en el más pequeño círculo tan plenamente como en una inmensa circunferencia. Napoleón no cenaba dos veces, y no podía tener más queridas que las que tiene un estudiante. Nuestra felicidad, querido mío, estará siempre entre la planta de nuestros pies y nuestro occipucio; y que cueste un millón al año o cien luises, la percepción intrínseca es la misma en nuestro interior".

 

 

Romanticismo y Realismo

Las dos corrientes literarias predominantes en la época, aparte del clasicismo oficial, son el romanticismo y el realismo.

 

Balzac ha sido un precursor del realismo, rompe, sin librarse del todo de ellos, con los excesos románticos, es un admirable puente entre las dos tendencias, el primero que se ha preocupado por hacer una literatura más próxima a la realidad, que ha reducido, en algunos casos, los ardores románticos a agradables pasiones burguesas y a amores ideales y líricos en otros. Pasiones viles y desastrosas a veces, pero, en cualquier caso, personajes más humanos, más cerca de la realidad.

 

 

Sus descripciones son sencillamente impresionantes por la precisión de datos, aplica las teorías científicas para explicar por qué un personaje que tiene estas características físicas, que vive en este barrio, en esta casa, con estos vecinos, tiene que ser forzosamente autor de estas acciones y no de tales otras.

 

 

Zola, Goncourt, Maupassant, Flaubert, no habrían sido posibles, como los conocemos hoy, de no haber existido primero Balzac, con esa especie de realismo idealizado a veces, que ha hecho posibles todos los realismos posteriores franceses.

 

 

Situación política

El siglo XIX en Francia, igual que en toda Europa, estuvo marcado por una característica, presente también en la historia de cualquiera de las naciones europeas: la inestabilidad política. En Francia en los primeros cincuenta años de este siglo, se conocen cuatro, o mejor cinco regímenes políticos diferentes: Consulado; 1804, Imperio; 1814, Restauración (1815 Cien días. Waterloo), Luis XVIII; 1824, Carlos X; 1830, Revolución de Julio Luis Felipe (Egalité).

 

 

Panorama socioeconómico

Durante la primera mitad del siglo XIX la economía europea sufre una profunda transformación. A principios de siglo sigue siendo agraria. Mientras comienza la gran industria, fuente del capitalismo y creadora de un proletariado urbano privado de los más elementales derechos.

Mientras tanto, Balzac baila en los salones de Saint Germain, los describe con admiración de nuevo rico, lucha por ser aceptado en ellos, de igual a igual, sueña con casarse con una condesa… Cuando en 1848 triunfa la revolución social élse marcha a Wiezchownia y acaba por obtener la autorización del zar para entrar en la nobleza por vía de matrimonio.

 

 

Transcribo aquí algún fragmento:

 

Para explicar hasta qué punto este mobiliario está viejo, reventado, podrido, tembloroso, roído, manco, tuerto, inválido y agonizante haría falta una descripción que retrasaría demasiado el interés de esta historia, y que los impacientes no me perdonarían.

 

…Le faltaba aquello que crea por segunda vez a la mujer: trapos y cartas de amor.

 

 

Hiera sin piedad y será temido. No tome a hombres y mujeres sino por caballos de posta, que dejará reventar en cada relevo, y  así, llegará a la cima de sus ambiciones.

 

 

Está en la naturaleza de las mujeres probar lo imposible por lo posible y destruir los hechos por los presentimientos.

 

 

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